La Compañía Alada del Camino es un proyecto en torno al Camino de Santiago lleva por insignia lleva una banderola azul celeste que puede leerse como un homenaje a nuestro primer patrocinador: ALSA. En seguida se sumó RENFE. Cada miembro de la Compañía admitido por el Consejo lleva un nombre clave de pájaro o de animal alado, real o imaginario, de acuerdo a un procedimiento de selección establecido por el Consejo. La primera ruta de la Compañía se realizó entre las ciudades de León y Santiago de Compostela entre el 6 y el 15 de agosto de 2011. Cada miembro de la Compañía porta un bordón de avellano y una vieira con la Cruz de Santiago en azul. ALSA patrocinó los viajes de grupo entre San Vicente de la Barquera y la Ciudad de León, pasando por el puerto de San Glorio. Toda una aventura. En 2012 y en 2013 ALSA y RENFE han vuelto a colaborar con la Compañía, y les agradecemos el apoyo.
La vuelta del primer viaje también en ALSA se hizo desde Santiago de Compostela a San Vicente de la Barquera, por la autopista. San Vicente fue nuestro punto de encuentro. Cogimos otro autobús de ALSA en Ponferrada para evitar un tramo en arcén de carretera. El camino duró diez días. Y a pesar de llevar mochila con nosotros, sin ayudas, pudimos recorrerlo, durmiendo siempre en albergues de ayuntamientos, privados o de parroquias. Cada uno de estos albergues solicitaba un donativo o lo pedían a priori, variando el precio de este entre los 4 y los 9 euros por dormir con desayuno. Los menús para la cena, en los típicos bares o restaurantes que apalabran menús para peregrinos venían a costar unos 7 u 8 euros de media. El almuerzo y la merienda lo hacíamos comprando fruta y haciendo bocadillos.
Las jornadas fueron muy largas y muy duras, de 8:00 a 17:00 de media, ya que coincidió con una semana de calor incluso en Galicia, y por diversas circunstancias teníamos que hacer algunos altos, que se aprovechaban bien para contar historias del Camino o para descansar. Cada miembro de la Compañía se había preparado sus propias historias. Debido a este calor, no pudimos usar los chubasqueros ALSA, que guardaremos para otra ocasión.
El Consejo dividió las funciones de los miembros de la Compañía Alada en Comisiones de dos miembros. La Comisión de Entretenimiento enseñaba canciones al resto de la compañía o cantaba en los muchos y duros momentos de cansancio, o en las subidas, o para tratar de mantener un ritmo de marcha. La Comisión de Limpieza se encargaba, al llegar a los albergues, de lavar la ropa de todos, pues sólo llevábamos dos mudas, para evitar el exceso de peso. La Comisión Médica se encargaba todas las tardes de limpiar heridas y curar ampollas. La Comisión de Masajes se encargaba, antes de dormir, o por la tarde, de dar friegas y masajes.
El resto de las decisiones se tomaban de acuerdo a lo que decía el Consejo, que podía ser convocado por cada miembro de la Compañía en cualquier momento. De hecho, era convocado varias veces al día. El lema de la Compañía, que nos fue otorgado por un hospitalario hippy que recibe a peregrinos en un lugar denominado La Casa de los Dioses reza: “la fama os precede”.
ALSA y RENFE han seguido colaborando en nuestras rutas y se agradecemos de verdad, y esperamos que sigan apoyando a los que hacemos vibrar el Camino de Santiago.
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A bordo de la nave nodriza |
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ALSA al viento
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